
Seguramente lo recordarán por su inolvidable encarnación del rey Leónidas en 300, pero yo lo prefiero así, infladito y bien masculino pero con cara de bueno.
Un factor interesante que podría restarle puntos es que interpretó al fantasma de la Ópera en la espantosísima versión cinematográfica a cargo del fatal Joel Shumacher, pero a mí no me importa.
Otro datito es que parece que es bisexual, pero en fin, la cosa es que lo que veo es que los tipos se ponen verdaderamente irresistibles recién después de los 40.
Te amo, Gerard.
te lo re banco!