Si están por el centro, no dejen de visitar en el Centro Cultural Borges la muestra fotográfica de Virginia Torre, "Pacientes", que está hasta el 2 de septiembre en el Pabellón IV.
Se trata de alrededor de 20 fotos en blanco y negro que forman parte de un ensayo realizado entre 2003 y 2004 en el Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón ¨Ex Castex¨ de la Provincia de Buenos Aires, donde la fotógrafa -que además es psicopedagoga, psicóloga social y periodista- trabajó durante 9 años.
El trabajo intenta capturar la atmósfera del hospital público, pero más que nada de los pacientes que lo habitan, que esperan con incertidumbre, sometidos al saber de otro, que hoy los excluye y los cosifica.
Este sentimiento se transmite en cada fotografía, que recupera miradas, angustias, resignación, paciencia y mucha fuerza.
Hay una foto maravillosa de un hombre, pensativo junto a un teléfono público. La luz le da en el rostro, pero su mirada está perdida. Me quedé mirándola un largo rato. Es también muy elocuente la imagen de las miles de historias clínicas que se apilan en el archivo del hospital.
Cuando me estaba yendo decidí dejar un mensaje en el libro de visitas. Mientras escribía apareció Virginia de casualidad, confundiéndome con una amiga suya a quien esperaba. Aproveché para felicitarla personalmente, decirle que me había encantado la muestra y que me había conmovido, y ella me dijo "bueno, ya que te gustó, te regalo el catálogo". Muchas gracias.
Se trata de alrededor de 20 fotos en blanco y negro que forman parte de un ensayo realizado entre 2003 y 2004 en el Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón ¨Ex Castex¨ de la Provincia de Buenos Aires, donde la fotógrafa -que además es psicopedagoga, psicóloga social y periodista- trabajó durante 9 años.
El trabajo intenta capturar la atmósfera del hospital público, pero más que nada de los pacientes que lo habitan, que esperan con incertidumbre, sometidos al saber de otro, que hoy los excluye y los cosifica.
Este sentimiento se transmite en cada fotografía, que recupera miradas, angustias, resignación, paciencia y mucha fuerza.
Hay una foto maravillosa de un hombre, pensativo junto a un teléfono público. La luz le da en el rostro, pero su mirada está perdida. Me quedé mirándola un largo rato. Es también muy elocuente la imagen de las miles de historias clínicas que se apilan en el archivo del hospital.
Cuando me estaba yendo decidí dejar un mensaje en el libro de visitas. Mientras escribía apareció Virginia de casualidad, confundiéndome con una amiga suya a quien esperaba. Aproveché para felicitarla personalmente, decirle que me había encantado la muestra y que me había conmovido, y ella me dijo "bueno, ya que te gustó, te regalo el catálogo". Muchas gracias.
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