Se termina la mentira McBerlitz

En medio de un escándalo en el que se cuestionó su ética laboral, Elen renunció a su puesto en la injustamente prestigiosa academia de idiomas.

Todo comienza el lunes pasado, a las 21:30 hora local. La mujer más hermosa e inteligente del mundo recibe un llamado telefónico de quienes pronto pasarían a ser sus ex-empleadores. "Tenés una clase de 18:30 a 20 mañana acá en el instituto, es un alumno particular".

"Ok", piensa Elen. "Salgo a las 16 del laburo en Bernal, tengo una hora hasta llegar alla, preparo la clase en una hora y doy 90 minutos de clase, después vuelvo a casa tipo 22... me quedan 10 pesos menos 3,50 del viático... hmm 6,50, que explotación atroz... bueh, voy y de paso renuncio mañana después de la clase y no los cago de golpe". (Juro que pensé eso)

Hasta aquí todo se desarrolla con normalidad. Pero los acontecimientos toman un giro sorprendente.:

Son las 10:45 de la mañana del martes. Elen está sudando como un cerdo en el gimnasio cuando suena su teléfono móvil: Le han cambiado la clase. Ahora será a las 18 -una hora más temprano-, hasta las 19, en una empresa y para un grupo de entre 4 y 6 personas.

Rápida como el rayo la comunicadora social saca cuentas:

- Viático $3.50.
- Viaje: 3 horas total
Horas de laburo:
- 1 1/2 horas de preparar la clase (Sí o sí en McB*****z, ya que no te dejan usar el libro sin autorización, ni llevarlo a ningún lado sin supervisión, ni muchísimo menos fotocopiarlo. Si vas a una empresa, te dejan llevarte las hojas que vas a usar solamente. Y tardás siglos porque tenés que seguir el esquema a rajatabla)
- 20 minutos aprox. traslado a la empresa
- 1 hora de clase ===> Sólo pagan eso: $7 la hora.
- Ir a McB. a devolver el libro, firmas planillas, etc. 30 minutos.

"Recórcholis, esta gente estaría exigiendo 3 horas de mi trabajo más tres horas extra de mi tiempo para que en el bolsillo me queden... ¿¡CUATRO PESOS?! ¿Y que ellos cobren 3000 por un curso? No way josé, debo renunciar ya mismo", reflexiona la belleza renacentista.

La llamada telefónica que ella cree será una mera formalidad toma tiempo. Debe explicarle a tres personas diferentes que desea renunciar, que ella tiene otro trabajo y que no puede ir a trabajar por $4. Finalmente logra comunicarse con su supervisora, Lily, que no puede contener su ira y grita como si con esta obrera se le fuera la vida:

- ¿!Cómo que vas a renunciar?! ¡Pero vos hoy tenés una clase!
- Disculpame, Lily, pero me cambiaron el horario recién, yo no puedo ir a trabajar por $4 y estar yendo de un lado al otro.
- ¡¡Pero vos sabías hace mucho tiempo que tenías esta clase!!!
- Me enteré recién, por eso estoy renunciando ahora.
- ¡¡PERO ASÍ NO SE TRABAJA!
- No me digas que así no se trabaja porque ustedes me cambiaron el horario, me ponen menos horas de clase, me hacen ir hasta allá y mis alumnos faltan... yo no puedo trabajar así. Además, te das cuenta de que me adelantaste el horario y no puedo preparar una clase para seis personas en 20 minutos. Tengo que ir hasta allá, preparar la clase, ir a la empresa, dar la clase y volver a McB. a devolver el libro? No puedo hacer eso por esta plata.
- ¡¿Ah no podes preparar una clase en 20 minutos!? ¿¡¡¿Cómo que no podés!!??
- No.
- ¡¡Pero vos no me podés dejar así, es una falta de ética! ¡¡Tenés que venir!!!
-(Elen Sonríe) Bueno... igual... la verdad es que no voy a ir hoy, Lily.
- SABÉS QUÉ, ¡¡¡MANDÁ el telegrama y MEJOR QUE NADIE VENGA A PEDIR INFORMACIÓN!!!
- (?!) Información?
- Claro, porque vos ahora vas a poner en tu CV que trabajaste en McB...
- (!!) Ah, jeje, no te preocupes por eso, muchas gracias (click).

Elen piensa que es una pena, que esta relación de precarización laboral podría haber terminado mejor. Que ella hubiera ido a entregar plusvalía si Lily no hubiera sido tan zorra soreta. Acto seguido, sale rumbo al Correo Argentino a enviar el telegrama de renuncia. Aliviada. E igual de pobre que siempre. El idilio ha durado menos de un mes.