Más nuevas experiencias

Ufff, chicos, este año me pasó de todo. Así que no podía terminar diciembre sin un episodio como éste:

Ayer estaba en la puerta de mi casa esperando que me pasen a buscar, y pasa un punga (a falta de un mejor vocablo que describa a estos individuos que usualmente lucen indumentaria deportiva).

El diálogo:

- Me dá' una monedita?
- No tengo, disculpame
- Dale, para comprarme una coca
- Bueno, esta bien.

Acá es cuando el pibe saco una sevillana que parecía que se la había prestado Jack el destripador:

- Dame todo porque te mato
- .... bueno...
- Dame toda la plata
- ... bueno, pero me dejás los documentos?

El punga agarra delicadamente mi billetera y extrae mis sesenta mangos -Sí, sesenta mangos. Una putísima noche que salgo con plata-, y luego me la devuelve con toda la gentileza del mundo.

Y hubiera estado todo bien sino fuera por a)La puta sevillana que me hacía sudar; y b) me vio el celular.

- Dame el movicon.
- Ay no, no me lo podés dejar?
- Dame el movicon porque te mato
- .... bueno...
- Y no grités porque te mato.

Y se va corriendo.

Y hoy fui a CTI a dar de baja la línea y me dicen que tengo que pagar los 10 meses de contrato que me quedan, 18 mangos de "costo de suspensión de línea".

Demás está decir que Pepo me había dicho "no esperes en la calle", y yo justo ayer no le hice caso. Y un rato después estaba el de seguridad parado en la vereda de enfrente.

No sé... me siento como si me hubieran cogido salvajemente por el orto sin avisarme.

Bueh, así que no me manden mensajes porque está bloqueada la línea.