Bue día 2

10/30/2005
¿Tenés las....

....entradas?
Dijo Pepo muy chistosamente al tiempo que mis ojos de llenaban de lágrimas de desesperación.

No, la concha de la lora, no las tenía, me las había olvidado sobre el equipo y estábamos a 10 cuadras del club ciudad de buenos aires. Me querían cagar a trompadas. Y con razón. Así que manejamos (gracias Pepo) a Quilmes city and back to Libertador al 7500 en tiempo récord.

Como todo estaba atrasado, llegamos justo para Bebe, que es cualquiera, no sé por qué tiene éxito, pero cantó "malo malo malo ere, nosedañaquiensequiere no, tontotontotonto ere...".

El gran convocador del evento: El Noble Repulgue.

Nos encontramos con la Negra Murguera, que se quedó con nosotros a disfrutar del somnífero show de Elvis Costello, que se había puesto su sombrero más choto para el público porteño. El guitarrista de The Imposters era igual a Luis Luque, y el de los teclados era igual a Clapton, ¿Se dieron cuenta?

Pude cumplir mi sueño de llamar a alguien con el celular y hacerle escuchar un recital. ¡Mi abuela se quedó chocha con Costello! Igual le hice escuchar un tema cualquiera, porque el señorito se hizo el divo y no hizo su gracia hasta muy tarde, cuando ya todos estábamos agolpados en la carpa de Bacardi esperando ansiosamente que empiece Entre Ríos. Volvimos corriendo para escuchar la mitad de "She".

Y hablando de Entre Ríos, un fiasco. Si le ponés "Onda" de nombre a tu disco, por lo menos cerciorate de que tu nueva cantante tenga algo de la misma. Una pánfila, y desafinó grosso. Una muerta. La gente ni siquiera se quedó a esperar que toquen el temita del comercial de Quilmes.

De ahí, derecho a Morcheeba, que sonó increible. La cantante no pifió una nota, y tiene mucho carisma. Tenía puesta una boa de plumas fucsia y un vestido de gasa en degradé al tono. Mucha interacción con el público, mucho baile, muchas palmas. "Nuestro nuevo disco no salió todavía, pero pueden bajárselo gratis de internet", dijo uno de la banda, un grande. Y cerraron, por
supuesto, a todo trapo con "Rome wasn't built in a day".

Nos cruzamos con:
- Lake y Papá Oso (divino!)
- Leo García (con la misma ropa del viernes)
- Marteen, que bailó como loco con Fischerspooner. Y estaba con un pibe que calculo que era el hermano porque era IGUAL. Fui su stalker un rato.
- "No da que me llames", nuevamente, un gran total de 4 veces.

Vimos un toque de Dizzie Rascal, porque hacía tanto frío que queríamos ir a un lugar cerrado a descongelarnos las patas.

También hicieron su gracia los de Brazilian Girls, que tocaron ese tema que parece que dijera "pussy pussy pussy marihuanaaaa".

Ahora mi favorito de la noche: Fischerspooner. Muy muy MUY grossos con su rock con sintetizadores o como se llame ese tipo de música. El cantante muuuy copado, bailó, se sacó el kimono negro para quedarse con un outfit (qué palabra más cosmo), extravagante: unas calzas y una camperita de raso rojo. Después se siguió sacando ropa. Extremadamente pegadizos, me estoy bajando su disco y recomiendo que ustedes hagan lo mismo.

Lo que sí, pésima la organización. En primer lugar, ¿por qué no repartieron grillas? Nadie sabía cuando carajo era cada cosa. Igual mucho no importaba porque como dije, estaba todo atrasadísimo. Recontramalahí Grinbank.

En fin, después de los explosivos Fischerspooner nos despedimos de la Negra y emprendimos el largo camino a casa, no sin antes pasar por un automac a llenarnos la panza de tóxicas hamburguesas, cansados y contentos, muy contentos.

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