Qué difícil es ir a Easy

11/06/2005
Mi idea del purgatorio es ir al Easy un domingo al a tarde.

El Easy es como el Abasto pero para los hombres. Entrás y está lleno de cuarentones excitándose contemplando una veintena de taladros que jurarías son todos iguales, hay niños corriendo por los pasillos mientras sus madres ruegan que la tortura termine pronto... Porque el encanto del Easy es que podés ir con toda tu familia -numerosa generalmente, y todos con zapatillas deportivas- a pasar la tarde.

El problema es que todo es tan terriblemente aburrido: Rollos de alambre, tablones (te los cortan gratis, viste?), lamparitas, tornillos, plantas, cerámicas, muebles berretas y toda clase de artículos cuyo uso desconozco. A los diez minutos te querés colgar del techo con un alambre de púas que venden ahí. Pero mejor que te lo tomes con soda, porque ellos tienen como para dos horas de deleite entre las mechas para el taladro y las pulidoras industriales.

Y ese maldito aserrín en el piso...

Eso sí, el bidón de 5 litros de agua destilada sale 1,95.

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