La nueva Elen no se come los mocos. La nueva Elen agarra y va y se da la vacuna contra la rubéola, porque la nueva Elen sabe que ni en pedo quiere tener hijos, pero admite que cualquier cosa puede pasar en los próximos años y quizás encuentre el amor de su vida y cambie de idea, y entonces le conviene estar protegida.
La nueva Elen acaba de superar con éxito esta terrible prueba que le ha puesto la vida: una inyección. Una aguja. Una enfermera. Desde aquí nuestras felicitaciones.
(N. de la R.: La foto es a modo ilustrativo).
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