5/04/2006
Anoche soñé que me encontraba con S.D.

S.D. era un compañero del secundario que a mí me encantaba mucho porque me hacía reir y miraba las mismas cosas que yo en la tele. Además sabía mucho de matemática. Tenía una nariz muy grande, y a veces olía raro, como a milanesa, pero a mí eso no me importaba.

En mi sueño S.D. me invitaba a su casa, que se parecía a la de la familia Brady, y después de hablar un rato nos arrancábamos la ropa salvajemente. Yo le decía que mejor no hiciéramos nada porque no me acordaba si me había depilado -cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia-, pero finalmente pasaba de todo, justo cuando llegaban su madre y su abuela, que nos encontraban en pelotas. Pero bueno, son detalles.

A las mujeres nos gustan tipos por las razones mas extrañas. Cuando iba al jardín, por ejemplo, me gustaba P.B. porque corría rápido, dibujaba muy bien y sabía hacer avioncitos con madera balsa. Ya en la primaria me gustaba M.D. porque era alto y escribía sin faltas de ortografía...

Hace poco me crucé con S.D. en la facultad, pero toda su magia se había desvanecido. Ahora sólo era un pollerudo sosteniéndole los apuntes a una chica mal teñida, que todo el tiempo le pedía cosas. Él no dejaba de hablar de ella: "mi novia esta re cansada, se levantó temprano", "mi novia se va a anotar en tal o cual materia", "mi novia blablabla". El corolario fue cuando le pidió permiso para ir al baño.

Supongo que no en vano dicen que uno nunca tiene que volver a los lugares donde fue feliz, porque siempre se decepciona. Con las personas debe pasar lo mismo.

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