Otro sueño

4/17/2006
La escena comienza en una locación desconocida. Una chica se traga una a una las cápsulas con droga que deberá transportar via avión a un país que podría haber sido Irak.

Su empleador le explica que una vez en Irak se encontrará con un auto, en cuyo piso encontrará una pastillita verde. Ella la tomará y quedará inconsciente por un lapso de tiempo durante el cual la encontrarán dos hombres que la llevarán al lugar donde se hará la transacción con los narcotraficantes.

Estoy con ella cuando encuentra el auto y se toma la píldora. Me escondo con un niño de diez años debajo del asiento del vehículo, que está estacionado en una especie de hangar.

Ella ya está desmayada cuando la encuentran los dos hombres, que manejan el coche hasta una especie de hangar enorme. Ruego que no me encuentren y le pido chico que no haga ruido.

De ahí saltamos a la siguiente escena. Mi amiga es ahora la chica del cannoli, y estamos charlando animadamente, sentadas en una mesa de esas típicas de local de comida rápida.

El hangar enorme es muy raro. En un costado hay autos estacionados, algunos semi desarmados. Mucha gente circula como si se tratara de un lugar de trabajo. En el otro costado, a mi izquierda, un set de filmación ambientado como una calle neoyorquina estilo sitcom, muchos colores, locales, mesas, graffitis sobre paredes de ladrillo. Ahí estaba Fer-trífásico sacando fotos concentradísimo. Supongo que las mesitas son parte de ese decorado.

Ahora Cannoli Girl está conversando con los narcos. Dios mío, si descubren que yo estuve con ella todo el tiempo y ví demasiado van a matarme. No sólo a mí, ¡también matarán al niño! Nos escondemos. Acto seguido entramos en escena como si nada, y, risueños, le decimos a uno de los narcos:

- Ay, ¡qué suerte que encontramos gente que habla castellano! Somos turistas ¡y ya nos estábamos volviendo locos!

Los convencemos con nuestra mentira, y logramos quedarnos allí de incógnito. El hangar es también una sala de operaciones estilo James Bond. Cannoli y yo trabajos allí tipeando cosas. El chiquito ha desaparecido.

Todo sigue igual, hasta que una tarde mi amiga se acerca a mi escritorio y me muestra un foto con dos iraquíes.

- ¿Ves esta foto?
- Sí, es el narco iraquí, nuestro jefe.
- No, el otro. El otro es el hermano y te quiere dar. Así que te va a invitar a salir. Si te invita no vas a poder decirle que no. Y si hablan va a descubrir todo y te va a matar. Así que tenés que evitar que te invite.


Ahí me desperté.

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