Con Glamour

Gracias al maldito imperialismo y a lo chupaculos que somos de la cultura yanqui me tengo que bancar el putísimo día de San Valentín.

Como si no me alcanzara saber todas las noches que soy sola, ahora tengo corazoncitos rojos, ositos con carteles que dicen "te amo", tarjetas y toda esa parafernalia atroz para recordármelo. Forros marketineros.

De todas formas, me hago cargo, sueño con que alguien algún día tenga algún detalle para conmigo. Flores y toda la gilada no, pero algún detalle. En el fondo somos todas iguales.