11/01/2005
Mi idea de infierno es una reunión de consorcio eterna.

Todavía ni me mudé y ya tengo que soportar al grupo de oligofrénicos con los que compartiré palier y ascensor por quién sabe cuánto tiempo.

Para empezar que mis vecinos de abajo resulta que son conocidos de mi viejo, y me van a escuchar coger. Después tengo un chino que es amiguísimo del pibe que aquella vez me dijo "Sos un poco gordita, por qué te dejaste estar?". Y, claro, el resto son matrimonios de chetos de cuarentaypico, que van a vivir quejándose.

Y la peor. La peor, la más yegua, la que seguro es ama de casa (pero con mucama), Silvina, la de los claritos y el jean de marca. Grasita, ella. Resulta que como a Silvina se le ocurrió que el cable no es una necesidad (blasfemia!), cada uno tendrá que pagarse la instalación y el abono aparte. Pero eso sí, multicanal, porque cablevisión sólo pone cable a edificios enteros, parece, y Silvina ya los sacó cagando y la mandaron a la mierda. Esto me saldría más caro que tenerlo en las expensas, y con el precio del departamento nosotros ya habíamos pagado la puta instalación.

Ahora ¿Qué pasa si yo digo que la limpieza no es una necesidad? ¿Cada uno se limpia su propio palier?

Eso sin mencionar la terrible cara de chanta del administrador, Carlos, que es un clon del que estaba con Nito Artaza pero Nito lo dejó en banda para dedicarse a la política después de haber jurado y rejurado que nunca lo haría, allá por el año 2001... Cerutti? Buen, es igual. La cara de chanta lo vende. Y lo peor fue cuando dijo "Hay un antes y un después de Cromañon", para hablar de las luces de emergencia.

Chúpenme todos la concha, imbéciles.

Y vos Silvina, cuidate.

Me palpita el ojo.

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