Pizza libre

8/19/2005
Siguiendo con esta moda de determinar qué es grasa y qué no (generalmente uno es "no grasa"), quería hablar un poquito de este fenómeno que, deduzco, sólo existe en provincia: las pizza libre (pronunciado PICSA libre).

Son lugares austeros, generalmente galpones, atiborrados de muebles de caño negros o rojos, y paredes en colores como rosa o amarillo. Siempre están atestados de gente, que en general concurre en grandes grupos.

La magia del asunto es que podés comer toda la pizza que quieras por 4 mangos, y con un mínimo gasto en bebida de 2 pesos por persona.

Entonces vas, esperás afuera una hora, hasta que por fin entrás, y empiezan a desfilar las mozas (ni las describo, imagínenlas), que te ofrecen los distintos sabores de la picsa, que consiste en una masa universal con queso universal y alguna cosa más arriba. Estos lugares son tan ahorrativos, que hacen diferencia entre "muzzarella", "muzzarella con aceitunas".

Así que vos estás conversando -haciendo un esfuerzo sobrehumano para escuchar y escucharte, porque el ruido ambiente es peor que en un cumpleaños de 15- y las mozas te interrumpen con un (poco) cordial "¿huevo?", "¿choclo?", "¿berenjena?".

Incluso te ponen una panerita para que pongas los tronquitos de la picsa, que no tienen queso, así te llenás menos y podés comer más gustos.

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