Warning: Humor gris al final del post

Mi bisabuela está internada, y éstos son sus últimos días. Les ahorro las reflexiones que esto me genera sobre la vida y la muerte, y voy a lo relativamente gracioso:

Teníamos que subir cuatro pisos hasta la habitación del sanatorio.

A mi vieja se le ocurrió que la habitación 413 podría estar en el segundo piso, así que paramos ahí, y vimos que... no, claro, faltaban dos pisos más. Mi hermano y mi vieja, ya sin aliento, encararon para el ascensor.

Abro la puerta, y veo que el ascensor era minúsculo!

Yo: Mirá, en este ascensor entra una sola persona!
Pepo: Naaaah, me meo boluda!
Mi vieja (cierra la puerta del ascensor rotundamente): Entonces andá al baño, Martín, en este piso hay uno, te esperamos.

Después de la visita, todavía en el sanatorio, debatíamos con mi hermano:

Pepo: Ahora la mina que la cuida a la vieja debe estar dando vueltas por las habitaciones preguntándole a todos "disculpen, ¿no conocen algún viejito para cuidar?"
Yo: A full, está repartiendo currículums!