No ví el cascote y tropecé dando cinco saltos y llevándome puesta una silla de plástico.
Instintivamente miré a mi alrededor. Suspiré aliviada: nadie me había visto.
Pero en realidad, todos se estaban haciendo los boludos, y cuando seguí caminando se cagaron de risa.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Blog Archive
Algunos temitas
off the record
(96)
reviews
(32)
Flavor of the week
(23)
cine y tv
(21)
la buena estrella
(19)
ama de casa
(14)
autobombo
(10)
diálogos
(10)
Verguenza ajena
(7)
eventos
(4)
Te banco
(3)
Consultorio Sentimental
(1)
0 comentarios:
Post a Comment