Clink

8/05/2008

Cuando una cambia la actitud y deja de ver todo negro, las cosas cambian.

Bueno, en realidad eso es una asquerosa mentira, pero después de recorrer todos los kioscos de provincia de Buenos Aires en busca de una golosina como pretexto para obtener monedas, y luego de que todos y cada uno de los kiosqueros hijos de mil puta no me quisieran vender algo de 1,50 sólo para que yo no les pagara con un billete de 2 pesos, llegó el gesto que salvo el día:

El cajero de Eki sucursal Quilmes me dio CUATRO PESOS en monedas.

¡No hay que perder la fe, chicos, todavía hay gente con un poco de corazón en este mundo...!

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