9/08/2006
Anoche me hubiera gustado soñar que le arrancaba la remera celeste a Federer y hacíamos el amor descontroladamente una y otra vez; pero en cambio soñé que abría tres latas de duraznos BC y las tres estaban vacías. No tenían duraznos, sólo ese almíbar de mentira. La sensación que me invadió fue... bueh, igual a la de todos los días.

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