Ayer compartimos una cálida velada con la recién llegada Negra Murguera, mi adorado Petit Voleur y mi aún más adorado hermano Pepo.
Fuimos a Filo (San Martín 975). El lugar es copado, yo nunca había ido. Muy buena la pizza (elegimos la rústica, con espinaca, provolone, muzzarella, panceta y tomate), pero un poco saladito el precio (20 mangos, sabés lo que como por 20 mangos en Q. city!).
La conclusión que sacamos después de un encarnizado debate fue que los blogs sirven para levantarse gente, cosa que comprobamos empíricamente con anécdotas personales.
Además, la Negra -Diosa- me dio consejos prácticos para el uso de Aldo, y yo le regalé un alfajor Capitán del Espacio, cliché golosinesco autóctono de Quilmes City.
Los dos bloggers estrella también tuvieron la oportunidad de apreciar la inigualable belleza física de mi hermano, que fue calificado por la exhuberante morocha como "muuuy dable".
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