jólibud

9/02/2005
Soñé que una amiga mía iba a parir al anticristo. En realidad, como todavía no había nacido, lo que teníamos que hacer era lograr que no lo agarre Satán antes de las 12. Si lograba nacer sano y salvo, todo estaría bien.

Entonces mi amiga juntos con un par más, se encerraban en un cuarto, lo que me dejaba a mí y a una piba que no sé quién es, para luchar contra Satán que venía como un loco. También estaba mi vieja.

La casa era una casa vieja, y había rosarios y crucifijos colgados por todos lados. Cada vez que sentía que algo malo iba a pasar, me arrodillaba y me ponía a rezar padrenuestros desesperadamente, convencida de que igual no me iba a servir de nada.

Y Satán primero intentaba matarnos. Nos poníamos violetas, nos asfixiábamos, hasta que por alguna razón podíamos respirar nuevamente y entonces salíamos corriendo por los pasillos de la casa, que se parecía un poco al colegio donde hice la primaria. Pisos de madera astillados, pasillos, miles de cuartos, techos altos.

Luego pretendía tentarme, y se convertía en un chico divino, morocho de ojos claros (en realidad creo que tenía cara de nena), que me quería matar con un sable. Yo salía corriendo hasta el balcón y le decía que lo amaba, que no se deje vencer por el diablo. Y agarraba el sable y no destruia como si fuera de hojalata.

En eso aparecía Isabella Rosellini y me decía que abra una bóveda donde había muchísimo oro (el oro de la iglesia?) que nos "iba a servir". No podímos abrirla, cosa que creo era mejor, porque Satán nos venía pisando los talones, y yo ya no podía rezar más.

(...)

Finalmente mi amiga tenía un bebé sano y salvo, y nosotros vencíamos a las fuerzas del mal.

Este sueño no contenía escenas de sexo.

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