JP

1/08/2009
Justicia poética es cuando tu ex jefa, esa que te echó porque no le caías simpática pero con la excusa de que no eras idónea para escribir, pasa por el kiosco de revistas y mira un poco.

Sí, porque mira unos minutos y se decide por una en particular que le encanta. Es que a ella siempre le encantó ese tipo de revistas, tan divertidas y llenas de glamour... qué lindo sería tener un poco de glamour, piensa, pero por ahora se conforma con la revista. Paga y se sube al colectivo para poder hojearla tranquila.

Ella no sabe que gracias a que te rajó cobardemente de pronto tuviste un montón de tiempo y te diste cuenta de que en vez de lamentarte podías usarlo perfeccionarte y poner tus energías en lo que realmente te interesa. De hecho, en eso estabas aquel día, cuando te llamó la editora y empezaste a conseguir lo que tanto habías deseado.

Te decía, tu jefa hojea, hojea y encuentra, firmada y con mención en tapa, tu nota.

¿Te imaginás?

Ojo, puede pasar.

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