Incontinencia verbal: un flagelo

1/30/2006
Lo sabés, porque te lo repetiste mil veces. Lo escribiste y te lo leiste en voz alta. Lo hablaste con tu amiga y hasta con tu vieja aunque la vieja no te entendió un pomo. Lo tenés bien en claro. Sos conciente de las reglas, tenés todo bajo control. Toda posmoderna, toda casual, toda sin etiquetas, toda disfrutando el presente.

Y entonces, dos días antes de indisponerte vas y decís todo lo que nunca tendrías que haber dicho, de la peor forma, sin el menor tacto, en el peor momento, por el peor medio, al reverendo pedo, sin pensar, vulnerable a más no poder, dejando en evidencia a la esquizo que todas llevamos dentro.

Después de ahí no la remontás más, ¿viste?

0 comentarios: