Igual, siempre me caiste mal

1/14/2005
Una mujer de mediana estatura. Me llamó la atención su bronceado.
Rabioso. Rabiosísimo. Naranja, marrón, naranja.
Luego fui subiendo la vista y divisé su lápiz labial lila, muy
nacarado, y sus dientes amarillísimos; parte efecto del cigarrillo,
supuse, parte efecto del contraste con el horrible color del labial.
El pelo... salido de una película de los ochenta: Flequillo,
permanente, corto adelante y largo atrás.
Cuando me pasó por al lado la reconocí: Fernanda, mi preceptora de
primer año.
No me saludó. Tenía la misma cara de orto de siempre.

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